Red Bull renueva a Checo Pérez hasta 2026: cada vez menos opciones para Carlos Sainz

Buenas noticias para Checo Pérez: Red Bull ha decidido ampliar su contrato dos temporadas más, por lo que el mexicano será piloto oficial para la escudería de la bebida energética hasta el final de la temporada 2026 de la Fórmula 1. 

"Nos complace anunciar que Sergio 'Checo' Pérez ha firmado una extensión de dos años a su contrato actual", anunció el equipo austriaco en la tarde del martes 4 de junio. "Aún no hemos terminado", reaccionó el mexicano en primera instancia. 

Más adelante, Pérez profundizó el mensaje con un vídeo en sus redes sociales: "Estoy muy feliz por las noticias, obviamente significa mucho. Quiero agradecer a todos los fans alrededor del mundo que me siguen animando, me siguen empujando hacia el frente y me siguen en este viaje. Vendrán más vitorias, y más emoción. Como sabéis, siempre voy a dar el 100% en este coche. Pongamos esas banderas [mexicanas] alrededor del mundo y sigamos disfrutando de este viaje juntos. Nos vemos en Montreal". 

A pesar de las críticas al rendimiento de Checo en Red Bull en sus tres temporadas y media (5 victorias frente a las 49 de Max Verstappen en el mismo tiempo), la escudería apuesta por la continuidad y por la estabilidad en la misma temporada en la que el escándalo sexual de Christian Horner aún amenaza  al equipo, que tendrá que reponerse de la marcha de Adrian Newey. 

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Mientras que la renovación de Pérez puede entenderse como un movimiento para contentar a Verstappen, Carlos Sainz es el gran perjudicado, al perder la opción del mejor asiento posible para 2025. La posibilidad de que 'Super Max' se vaya a Mercedes aún existe, aunque es mínima, y la escudería alemana parece preferir apostar por el joven piloto de F2 Kimi Antonelli. 

Así, 'Smooth Operator' ve reducidas sus opciones de pilotar la próxima campaña para un equipo competitivo. Durante las últimas semanas, los rumores del paddock apuntan a Williams, aunque la separación entre Alpine y Ocon podría abrir una opción para un equipo que, aunque está en su peor momento de los últimos años, sigue siendo una fábrica con un motor propio.